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Algusto 2013 Bilbao (Mi experiencia)

A nivel personal, la experiencia de esta feria Slow Food, ha sido positiva, aunque siendo crítico, tiene bastantes aspectos que mejorar. Yo he extraído una serie de conclusiones que me gustaría compartir con vosotros y espero que se enriquezcan, con vuestros comentarios y lleguen a oídos de los responsables de Algusto, para que en sucesivas ediciones esta interesante feria, sea aún mejor.

Aspectos positivos:
Aspectos negativos:
  • El poco éxito de las Islas del gusto.
  • Entrada de pago a una feria de puestos de venta.
  • Se hubiese agradecido mayor número de talleres (supo a poco).
  • La escasa repercusión del evento en medios y especialmente en las redes sociales, no se ha utilizado un recurso de difusión tan importante como es el marketing 2.0
  • La floja afluencia de público, directamente relacionada con el punto anterior.
  • Los precios un poco exagerados de algunos stands (una pequeña minoría afortunadamente)
A mi juicio, se ha perdido una gran oportunidad de consolidar una feria que pretende ser un referente de la gastronomía artesana. No debería cobrarse entrada al público a un evento que principalmente es un mercado donde comprar productos Slow food. Además no se le ha dado la difusión necesaria en los medios tradicionales, pero especialmente en las redes sociales. Es imprescindible realizar un gran trabajo de social media, para colocar donde merece un certamen como este.
Y vamos a hablar de los productos y actividades de Algusto, que es lo que más os apetecerá conocer.
Llamó mucho la atención, y tuvo mucho éxito, un pequeño stand con brownies y helados de cañamo (o seá canabis sin THC (su componente psicoactivo).
Una buena muestra de cervezas artesanas, Etxeandia de Urduliz (Bizkaia) con sus cinco variedades, cerveza de chufa Antara de Valencia y cerveza Trigo 03 Ecomonegros de Zaragoza entre otras.
Ostras asturianas del EO, de cultivo sostenible, que hicieron las delicias de mi cuñada Esti y de Karolina de Black city, acompañadas de un albariño (he de confesar, que también me puse fino).
Conservas y ahumados de todo tipo, principalmente de Bermeo, grandes conserveras bermeotarras, estuvieron representadas en la feria. También encontramos sardinas ahumadas (muy ricas).
De entre toda la conrserva, destacaban las antxoas del rey de la baraja en este gran producto, el bermeotarra Karmelo Toja. Me traje para casa un par de botes para mi deleite. Todos los grandes de la cocina en Bizkaia, utilizan este producto, y por algo será (os lo garantizo).
También hubo lugar para el txakoli, que pudimos degustar en diversos stands, de entre todos, me quedo con éste, Bitxia (joya en euskera) de Morga (Bizkaia), en sus diversas variedades.
No me puedo olvidar de dos de mis productos «fetiche» en la cocina, la Sal de Añana y la cebolla morada de Zalla.
La cebolla morada de Zalla, es cultivada según las técnicas de la agricultura biológica, por cinco mujeres productoras, que venden el producto directamente en casa, o en el mercado semanal de Balmaseda.
En cuanto a la sal de Añana, tenía expuestos todos sus productos, flor de sal de Añana, sal mineral, sal al vino, sal a la arbequina, sal líquida…..
La Euskal sagardo, estuvo bien representada por Petritegi de Astigarraga (Gipuzkoa), con una deliciosa sidra, que probamos en numerosas ocasiones a lo largo del fin de semana, además del vinagre de sidra y su mosto de manzana que resultó una grata sorpresa para los que lo probamos.
La carne de potro, que fue uno de los protagonistas del stand de Slow food Araba, que pudimos degustar en forma de albóndigas en salsa, gracias a nuestro amigo Fernando @Apiciusapicio que ejerció de perfecto anfitrión en sus dominios. Una carne muy rica, que nunca antes había probado y que voy a empezar a utilizar en mis preparaciones, es muy sana y no tiene nada que envidiar a la carne de ternera. Os recomiendo aparcar los prejuicios que podáis tener, y que la probéis.
Tampoco podía faltar una degustación en toda regla de queso Idiazabal, otra de mis debilidades. Se dieron cita varios productores y pudimos constatar el gran nivel de nuestro Idiazabal, probando en los puestos o comprando pintxos, cuñas, medios quesos o enteros. Me vine para casa con unos cuantos.
Otra protagonista cuando hablamos de gastronomía vasca es la Tolosako babarruna o Alubia de Tolosa. Una alubia que se cultiva en los caseríos vascos desde hace siglos y que tiene bien ganada su fama y reputación. Una delicia que apetece mucho en otoño e invierno.
También nos encontramos con unos grandes productores de embutidos de Bizkaia, como son La Lombera de Carranza. Sus chorizos en aceite, son mi perdición, me traje un bote para casa, que estoy deseando atacar.
Desde la vecina Francia, varios productores de foie fresco, block, mouse y demás productos derivados del pato. Eso sí, los precios prohibitivos, tenían buena pinta y lo que probé estaba rico, pero a esos precios es complicado vender, mes amies !!!
No me puedo olvidar del productor baserritarra, las verduras y hortalizas de toda la vida, cultivadas con ese mimo y cariño que sólo saben aportar nuestos basarritarras. Piparras, patatas, huevos, pimientos de Gernika, cebolla morada de Zalla, lechugas, pimientos, tomates….. una GOZADA !!!!
El mundo panarra, también tuvo su huevo en la feria, panes de Enkarterri, de Asturias, de Aragón y de otros origenes, acompañados por repostería tradicional, pastel vasco, rosquillas, bizcochos…..
Hubo talleres muy interesantes, como el impartido por Juan Gil (Jefe de cocina del mesón Erausquyn de Alegria-Dulantzi) y Victor López (productor de potro de la montaña Alavesa), en el taller, aprendimos a elaborar un guiso similar al rabo, pero elaborado con carne de potro. Juan Gil, apuesta por la carne de potro y es uno de sus principales valedores, elaborando con ella, varios platos en su carta. Además dos nutricionistas avalaron las bondades de la carne de potro y Victor, nos explicaba la alimentación de sus animales. Posteriormente probamos las elaboraciones de Juan Gil, verificando
El taller que más me gustó, fué el de cocina creativa con productos ecológicos, verdaderamente interesante y enriquecedor. El chef valenciano Yelel Cañas Formiconi y su agro-recolector Miguel Cañas Blesa, impartieron una magistral clase sobre hiebas, flores y frutos silvestres, que posteriormente utilizan en la elaboración de sus creativos platos en el restaurante Kiaora de Velencia. Visita obligada. Nos sorprendío con unas huevas de sepia, cocinadas con frutos y semillas silvestres. Alucinante.
Las sociedades gastronómicas y txokos, también tuvieron su momento de gloria, en los concursos de cocina que tuvieron lugar en las instalaciones de Algusto. Pude asistir al de tortilla de patata, y tengo que decir, que había gran nivel en los participantes. Espero haber servido para acercaros un poco a Algusto, a aquellas personas que no pudieron pasarse por el B.E.C.
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