Tosta de salmon

Un pintxo muy simple, partiendo de un salmón marinado casero, un producto que es una delicia para cualquier paladar.

– para 2 personas –
  • 8 filetes de salmón marinado casero o salmón ahumado
  • 4 rebanadas de pan de molde
  • 4 pepinillos agridulces
  • 4 piparras
  • mantequilla
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal de Añana

Cortamos unos filetes de salmón marinado casero o unas lonchas de salmón ahumado.
Tostamos las rebanadas de pan bimbo, quitamos la corteza y las cortamos por la mitad. Curbrimos una cara de cada tosta con mantequilla o margarina.
Colocamos sobre las tostas, un filete de salmón.
Cortamos los pepinillos agridulces y las piparras por la mitad y las ponemos sobre el salmón.
Por último unas gotas de aceite de oliva virgen y unas escamas de sal de Añana. 

    Pizza marinera

    Una pizza casera, hecha con frutos del mar principalmente, le podéis añadir cualquier cosa, desde colas de cangrejo, gambas, langostinos, antxoas. Si no os animáis a hacer la masa, puedes utilizar bases congeladas, pero el resultado no es el mismo…

    – para 2 personas –

    Para la masa:
    • 250 grs. de harina de trigo tamizada
    • 15 grs. de levadura fresca
    • medio vaso de agua tibia
    • aceite de oliva
    • sal
    Para la cobertura:
    • 1 sobre de 4 quesos para gratinar
    • 1 lata de sardinas picantes
    • 200 grs. de salmón ahumado
    • 1 bola de queso mozzarella fresca
    • 1 lata de mejillones en escabeche
    • 12 huevos de codorniz
    • 1 lata de atún en aceite de oliva
    • orégano
    • aceite de oliva virgen
    Echamos en un bol, un chorrito de aceite de oliva para lubricar, tamizamos la harina en el bol, con ayuda de un colador grande. Disolvemos la levadura en medio vaso de agua tibia, e incorporamos poco a poco al bol con harina y el aceite de oliva, amasamos al principio con una lengua de gato y luego con la mano. Una vez obtengamos una masa uniforme y compacta, dejamos reposar 30 minutos tapando el bol con un trapo húmedo.
    Precalentamos el horno a 180º, después extendemos la masa con el rodillo previamente lubricado con aceite de oliva, debe quedar fina y compacta, sin agujeros.

    Untamos una placa de horno con aceite de oliva virgen, extendemos la masa en ella.

    Horneamos la base para que se cueza un poco, cuando veamos que ha levantado un dedo de grosor, sacamos del horno y procedemos a colocar el resto de ingredientes.
    Sobre la base de pizza, extendemos una película de tomate frito, después espolvoreamos un sobre de queso para gratinar cuatro quesos. Repartimos las lonchas de salmón ahumado troceadas, sobre el tomate y el queso.
    Troceamos la bola de queso mozzarela fresco, y lo repartimos por la pizza, al igual que los mejillones, el atún y las sardinas picantes, todo ello bien escurrido. Por último colocamos los huevos de codorniz y le damos un golpe de orégano. Introducimos al horno y cocinamos hasta que la masa se cocine del todo y los quesos se fundan, unos 15 minutos a 180º bastarán, según el horno.

      Langostinos al horno

      Esta receta se puede hacer con gambas, gambones, carabineros… etc. Es una forma diferente de preparar unos langostinos, sabrosos y jugosos.

      – para 2 personas –
      • 500 grs. de langostinos crudos
      • 3 dientes de ajo
      • aceite de oliva virgen
      • Mantequilla
      • Sal de Añana

      Con ayuda de una puntilla o cuchillo corto, quitamos las patas de los langostinos y los bigotes. Los abrimos por la mitad a lo largo de arriba abajo con un cuchillo.
      Los colocamos con la hendidura boca arriba, en la bandeja donde los vayamos a hornear.
      Colocamos una tira de mantequilla en el canal abierto en la mitad del langostino, para que al hornear lo le aporte más sabor y cremosidad.
      Vamos con el sofrito, picamos a tope los dientes de ajo y los ponemos a bailar en una sartén con aceite caliente, hasta que empiecen a dorarse. Ponemos a calentar el horno a 200º, durante 10 minutos.
      Vertimos el sofrito por encima de los langostinos abiertos en canal e introducimos la bandeja al horno, ubicándola en la hendidura central del horno.
      Horneamos los langostinos durante 7 minutos a 200º hasta que se doren levemente y con la precaución de no quemar los ajos del sofrito.
      Exprimimos el zumo de un limón y lo derramamos sobre los langostinos ya horneados y mezclamos el zumo con el jugo que han soltado los langostinos, la mantequilla y el sofrito. Todo el liquido se reparte sobre los langostinos una vez emplatados.

        Txipirones encebollados en salsa vizcaina

        Los fines de semana de verano, me encanta ir por la noche a la costa, a pescar txipis, es una modalidad de pesca muy entretenida porque consiste en tirar y recoger la pita sin parar para que los txipis intenten pillar el señuelo de jibionera.

        Los txipirones, se pueden preparar de mil maneras y todas ellas muy ricas. Una de las más conocidas es en su tinta que haremos en otra ocasión, está vez los vamos a cocinar con salsa vizcaína, todo un clásico de esta tierra y también con cebolla pochada.


        – para 4 personas –


        • 1 kilo de txipirones

        • 4 cebollas

        • 3 dientes de ajo

        • 6 tomates tipo pera

        • 1 bote de 125 grs. de carne de pimiento choricero

        • Pimienta negra molida

        • Aceite de oliva virgen

        • sal de Añana
        • 1 copa de brandy

        • Vinagre de manzana

        • 1 cucharada de azúcar

        • 1 punta de pimienta cayena


        Limpiamos los txipirones, les quitamos la pluma, las tripas, pico y ojos, pero dejamos la piel y las aletas. 
        Pasamos bien por agua para dejarlos perfectos. Los colocamos en una tabla y echamos sal por encima.
        Cortamos en aros 3 cebollas, y las ponemos a pochar con una cucharada de aceite de oliva virgen y sal.
        Mientras tanto vamos a ponernos con la salsa vizcaína. Picamos 1 cebolla y tres dientes de ajo, la punta de cayena y lo ponemos a rehogar con un chorrito de aceite de oliva virgen, sal y pimienta negra molida.

        Rallamos los tomates con la mandolina y añadimos el puré de tomate a la cazuela de la salsa vizcaína, junto con una cucharada de azúcar y otra de sal y un golpe de pimienta negra molida.
        Cocinamos 15 minutos y lo pasamos por la batidora, incorporamos la carne de pimiento choricero y removemos bien la salsa.

        Una vez tengamos lista nuestra salsa vizcaína, añadimos las cebollas pochadas que teníamos en la otra cazuela y las mezclamos bien con la salsa.
        Pasamos por la plancha los txipirones, con unas gotas de aceite de oliva virgen, 3 minutos por cada lado, hasta que estén bien dorados, sin llenar la sartén de txipirones. Cocinar 6 txipis en cada tanda.
        Una vez que estén hechos, los añadimos a la cazuela con la salsa y desglasamos lo que ha quedado pegado a la sartén con un chorrito de brandy y el líquido resultante lo echamos a la cazuela.

        Volvemos a poner la sartén al fuego con unas gotas de aceite y hacemos otros 6 txipis, cuando estén listos, volvemos a desglasar la sartén, pero esta vez con un chorrito de vinagre, que añadimos a la salsa, después de recuperar la sustancia pegada a la sartén.

        Repetimos de nuevo la operación así hasta terminar con todos los txipirones, desglasamos las demás veces con brandy.

        Una vez estén todos los txipis hechos rehogamos durante 10 minutos a fuego suave (2/6) la cazuela para que los txipis aporten sabor a la salsa y para que la salsa aporte a los txipis.
        Como todos los guisos, están mejor de un día para otro, así que podéis hacerlo de víspera y comer al día siguiente. 

          Patatas al infierno

          Una versión de todo un clásico, las patatas bravas, que se puede degustar con mayor o menor fortuna (hay sitios que las hacen de pena) en cualquier bar, tasca o taberna. Me trae unos inolvidables recuerdos de la universidad, aquellas jarras de cerveza acompañadas de papas bravas que nunca picaban lo suficiente.

          En algunos sitios las preparan  con patata cocida, a mi no me gustan nada, las prefiero fritas. En este caso las vamos a hacer con  patatas vikingas súper crujientes por fuera y cremosas por dentro y además con una salsa tan potente que levantaría a un muerto.


          – para 2 personas –


          • 4 patatas grandes eusko label

          • 8 tomates maduros tipo pera

          • 1 cebolla morada de Zalla

          • 3 dientes de ajo

          • 1 cucharada de pimentón de la vera picante

          • 1 cucharada de vinagre de sidra

          • Pimienta negra molida

          • Aceite de oliva virgen

          • 1 copa de vino manzanilla

          • Sal de Añana

          • 1 cucharadas de tabasco (graduar según paladar)

           


          En primer lugar, cortamos las patatas en dados grandes, y las pasamos por agua varias veces para quitarles el almidón. Las dejamos durante unos 10 minutos a remojo en un bol con agua.

          Secamos bien las patatas y las ponemos en una cazuela que cubrimos con aceite de oliva virgen y ponemos a confitar a fuego bajo (2/6) durante 20 minutos.
          Empezamos con la salsa picante, vamos a realizar una papilla como base a nuestra salsa infernal. Mezclamos la cebolla roja troceada, con la cucharada de pimentón de la vera picante, los dientes de ajo y un chorrito de aceite de oliva virgen, hacemos una especie de papilla con ayuda de la batidora y la rehogamos en una cazuela a fuego medio (4/6)

          Apartamos del fuego la cazuela y dejamos que el aceite se enfríe (mínimo 20 minutos), sin sacar las patatas.
          Rallamos los tomates con una mandolina, hasta obtener un puré de tomate al que añadiremos un puñado de sal y un buen golpe de pimienta negra molida.

          A la pasta que tenemos rehogándose en la cazuela, le incorporamos el resto de ingredientes, el puré de tomate, el vinagre y el vino manzanilla.

          Seguimos cocinando la salsa a fuego medio (4/6) y añadimos el tabasco al gusto si os gusta picante 1 cucharada sopera, muy picante 2 cucharadas y si queréis que pique lo justo con media cucharada es suficiente.

          Sofreímos toda la salsa durante 15 minutos y reservamos.
          Volvemos a poner a fuego alto (5/6) las patatas previamente confitadas y las freímos hasta obtener un todo tostadito.

          Servimos las patatas con una pizca de sal, en una fuente con la salsa a un lado y unas cucharadas de salsa mayonesa.

          Se recomienda acompañar de unas buenas cervezas fresquitas.

            Ensalada de kakis con paletilla iberica y fideos de Idiazabal

            Una fresca y rica ensalada, que por sus ingredientes, gustará a todo el mundo. Al ser el kaki una fruta estacional, podría ser una receta apropiada para fechas navideñas. Por cierto, aprovecho la ocasión para felicitaros las navidades y desearos todo lo mejor para el nuevo año 2012, a escasas 22 horas de las campanadas. Muchas recetas ricas para el año que empieza y gracias por acompañarme.


            – para 4 personas –
            • 3 kakis maduros
            • 200 grs. de paletilla ibérica de bellota
            • una cuña de queso Idiazabal
            • aceite de oliva virgen
            • pimienta negra molida
            • Flor de sal de Añana

            Pelamos los kakis y los cortamos en gajos, cortamos por la mitad las lonchas de la paletilla ibérica. Colocamos en la fuente donde vayamos a servir la ensalada, una capa de gajos de kaki, a continuación una capa de medias lonchas de jamón, otra capa de gajos de kaki y otra de jamón, así sucesiva mente hasta terminar los ingredientes principales.
            Con ayuda de una mandolina o rallador, con agujeros grandes, rallamos una cuña de queso Idiazabal, sobre la ensalada para obtener unos fideos de queso.
            A continuación aliñamos con un chorrito de aceite de oliva virgen, un golpe de pimienta negra molida y por últimos un pellizco de sal maldon. (Sólo un pellizco de sal, ya que el jamón aporta suficiente sal, es únicamente por encontrar alguna escama crujientes de flor de sal de Añana en la ensalada) Que aproveche!

              Ensalada templada de bacalao al pil pil

              El bacalao al pil pil es a la gastronomía vasca, lo que Telmo Zarra al Athletic. Los ingredientes son bacalao, aceite de oliva virgen, ajo y guindillas. Hay trucos para conseguir que ligue el pil pil, sin dejarte las muñecas en el intento. El que más me gusta es de Martin Berasategi y consiste en enfriar radicalmente el aceite en el que hemos cocinado el bacalao, de este modo liga sin esfuerzo el aceite con ayuda de la gelatina que suelta el bacalo. Esta vez en lugar de un típico bacalao al pil pil, vamos a currarnos una ensalada templada de bakalao al pil pil, con un toque personal.

              – para 2 personas –
              • Escarola
              • Canonigos
              • Batavia roja
              • 1 granada
              • 125 grs. de frambuesas
              • 150 grs. de bacalao desmigado desalado
              • aceite de oliva virgen
              • 1 diente de ajo
              • 1 pimienta cayena
              • 100 grs. de pipas pelatas tostadas
              • vinagre de manza
              • sal de Añana

              Metemos en el congelador un plato hondo y lo dejamos enfriar desde media hora antes de empezar a cocinar.
              Ponemos en una sarten a fuego medio 5 cucharadas de aceite de oliva virgen, añadimos el diente de ajo y la pimienta fileteados.
              Incorporamos el bacado desmigado desalado y lo cocinamos 5 minutos.

              Transcurridos esos 5 minutos, retiramos y reservamos el bacalao. Sacamos el plato hondo del congelador y enfriamos el aceite de la sarten, con la gelatina que ha soltado el bacalao.
              Con ayuda de un colador metálico vamos mezclando y ligando el aceite que al haber sido enfriado es mucho más fácil de ligar. Esto es un truco de Martin Beresategi, un auténtico Dios de los fogones. Una vez ligado el pil pil, añadimos el bacalao y reservamos, para coronar nuestra ensalada, ya que será el último ingrediente que corone la ensalada.
              Montamos una cama con las tres variedades de lechuga, cortamos la granada por la mitad y golpeamos cada mitad con una cuchara metálica para sacar todos los granos sin esfuerzo, que esparciremos por encima de las lechugas. Después haremos lo mismo con las frambuesas y las pipas tostadas.
              Por último depositamos nuestro bacalao al pil pil en la cima de la ensalada y aliñamos con unas gotas de vinagre de manzana y una pizca de sal. Esta ensalada es ideal para una cena y va perfecta con un buen txakoli de Bizkaia. Como disfruto en la cocina….

                Níscalos con txistorra

                Níscalos con txistorra¿Qué cocinamos hoy? Pues unos níscalos con txistorra. El níscalo o Lactarius deliciosus es un hongo muy común es España que crece en pinares y bosques mixtos. Se encuentra en otoño y es muy apreciado gastronómicamente, especialmente en Catalunya. Su carne es densa y compactacon olor suave y dulzón. Al corte tiene un intenso color naranja. Las preparaciones más habituales con esta seta son: asada, guisada o acompañando guisos de carne. Esta vez vamos a saltear los níscalos con una txistorra casera del carnicero del mercado de mi barrio para darles un toque cañero.

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                  Solomillo con salsa a la pimienta

                  Solomillo con salsa a la pimienta - receta - Eneko Sukaldari

                  Me gusta mucho el pescado pero me considero fundamentalmente carnívoro. Me resulta imposible resistirme a un buen txuletón o a un solomillo, y en cuanto al acompañamiento en el caso del solomillo, me decanto sin duda por una salsa a la pimienta, es muy sencilla de preparar y viste la carne a la perfección. En este caso he utilizado un solomillo de cerdo pero esta receta la puedes hacer con cualquier tipo de carne. Para esta ocasión acompañamos el solomillo con salsa a la pimienta, unos pimientos asados y unas patatas vikingas crujientes por fuera y cremosas por dentro. Es una receta muy sencilla que entusiasmará a cualquier carnívoro. Tienes que probarla en casa.

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                    Tortilla de patata a la vizcaina

                    La tortilla de patata, es una auténtica maravilla de la gastronomía ibérica, no conozco a nadie que no adore este plato. Es muy sencillo de realizar, los ingredientes básicos son patata y huevo, luego podemos añadir ingredientes adicionales según el gusto del cocinero, con pimientos, con cebolla, con las dos cosas, con calabacín, con calabaza, con txaka, con maíz dulce… etc imaginación al poder. En esta ocasión os ofrezco una bizkainización de la tortilla de patata, que consiste en añadir a los huevos y patatas, cebolla caramelizada y carne de pimiento choricero zubiau, que como bien sabéis es la base de la riquísima salsa bizkaina. Tenéis que probar esta tortilla, está increíble.


                    – para 4 personas –
                    • 6 huevos eusko label
                    • 5 patatas eusko label 
                    • 125 grs. de carne de pimiento choricero
                    • 2 cebollas moradas de Zalla
                    • 3 cucharadas de azúcar blanca
                    • sal de Añana
                    • pimienta negra molida
                    • aceite de oliva virgen extra



                    Cortamos las dos cebollas en aros de 1 milímetro de grosor y las ponemos a pochar en una sartén, a fuego fuerte durante los primeros 5 minutos, con dos cucharadas de aceite de oliva virgen, sal y un golpetazo de pimienta negra molida. Posteriormente bajamos a fuego medio, echamos 3 cucharadas de azúcar blanca y removemos para que no se nos queme el azúcar y que la cebolla caramelice. Cuando los aros de cebolla tengan un tono dorado, entonces reservamos en un plato, para que escurran bien el aceite.
                    Cortamos las patatas en laminas finas tipo chips de bolsa y las freímos a fuego medio, deben de quedar confitadas, con un tono dorado, pero hay que sacarlas antes de que se tuesten.
                    Batimos los huevos en un bol, con una pizca de sal y pimienta negra molida. Los huevos eusko label le dan un toque insuperable a la tortilla, fijaos en el tono anaranjado que tienen los huevos batidos, es porque son alimentados con maiz en el caserío.
                    Sacamos del fuego las patatas, escurrimos el exceso de aceite y les echamos sal. Echamos al bol de los huevos batidos, las cebollas caramelizadas, y la carne de pimiento choricero.
                    La carne de pimiento choricero Zubia, se comercializa en frascos de 125 grs. y se puede encontrar en cualquier supermercado. Añadimos las patatas confitadas, previamente escurridas y mezclamos bien todos los ingredientes, para que la carne de pimiento choricero se homegeinice con los huevos batidos.
                    Una vez tenemos todo bien mezclado, (fijaos que pinta tiene, parece un bakalao a la bizkaina), ponemos al fuego una sartén con dos cucharadas de aceite y calentamos a fuego medio, vertimos el contenido del bol y vamos cuajando la tortilla por uno de sus lados.

                    Transcurridos 5 minutos a fuego medio, volteamos la tortilla con la ayuda de un plato grande, repetimos la operación de voltear 4 veces la tortilla para cuaje bien por los dos lados y procurando que no quede seca en el centro. Lista para probar. Estoy seguro que os va a encantar, no dejéis de probarla.

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