
Bienvenido sea, el recién estrenado 2013. Sobrevivimos al presunto fin del mundo de los mayas, casi hemos superado las fiestas navideñas, a falta del día de Reyes. Una noche plena de magia, especialmente cuando tienes menos de 10 años, con la esperanza de cumplir tantos deseos y hacer realidad un montón de sueños, algo que sólo puedes experimentar cuando eres un niño. Nadie que haya tenido una infancia medianamente normal, puede resistirse a recordar con nostalgia y especial cariño esa época de su vida. Todo el proceso, leer y volver a leer los catálogos de juguetes, ver miles de anuncios de juguetes en la antigua televisión de dos canales, hacer una enorme lista, que poco a poco va reduciendo el número de juguetes, y esos sufridos padres que tienen la difícil misión de hacer entender a sus hijos que no pueden tener todo lo que han elegido, con argumentos tan entrañables, como… «hay muchos niños en el mundo, y tiene que haber juguetes para todos», u otras ocurrencias similares. El presupuesto familiar tiene un límite, y los gastos en esta época de voraz consumismo se disparan. Quién no ha dejado un vaso de leche y galletas, para los camellos de los Reyes Magos (mi favorito era Baltasar) y lo mismo ocurría la noche del 24 de diciembre con el Olentzero (un viejo carbonero bonachón, que hace las funciones de Papa Noel en Euskadi). Los que tenemos hijos, podemos revivir en cierto modo la magia de la infancia en navidad, gracias a nuestros pequeños. Mi hija Oihane, es aún muy pequeña, pero las próximas Navidades, con 2 añitos, seguro que disfrutará mucho más estas fechas y será más consciente de su significado. Este año le toca una pizarra mágica, una moto y unos peluches de los payasos más queridos por los niños de Euskadi, Pirritx, Porrotx eta Marimotots. Es hasta divertido ver como los adultos, recorremos las grandes superficies como locos, buscando el ansiado objeto del deseo de nuestros peques.
Espero que os traigan muchas cosas los Reyes Magos, especialmente salud y trabajo, esto no puede faltar, y menos en estos duros tiempos, y si habéis sido un poco mal@s, que el carbón sea de azúcar. Os dejo con la primera receta del año, terminamos el año con champiñones y así lo empezamos también. Una receta para tiempos de crisis, con ingredientes muy baratos, pero muy rica y fácil de elaborar.
Champiñones a la yema con foie
Fácil 30 minutos 2

- 500 grs. de champiñones
- 6 lonchas de panceta ibérica
- 125 grs. de mouse de foie
- 1 cebolleta
- 2 yemas de huevo Euskolabel
- Sal de Añana
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva virgen extra

Lo primero que debemos hacer para empezar con esta receta de champiñones a la yema con foie es limpiar a conciencia los champiñones con ayuda de un trapo humedecido. Eliminamos cualquier resto de tierra en los champis y los laminamos con un cuchillo afilado.
Ponemos en una sartén, un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra a fuego medio (3/6) y salteamos nuestros champiñones. Añadimos un pellizco de sal de Añana y un buen golpe de pimienta negra molida.
Picamos muy fina la cebolleta y la añadimos al salteado de champis, cocinamos hasta que la cebolleta se poche. Mantenemos el fuego medio.
Cortamos las lonchas de panceta ibérica en lardones y los saltemos con el resto de ingredientes.
Separamos las yemas de las claras y las reservamos con mucho cuidado, para que no se rompan. Añadimos la mouse de foie y removemos para que se integre bien con el resto de ingredientes. Subimos el fuego (5/6) y seguimos salteando, moviendo sin parar los ingredientes hasta que los champiñones estén dorados, la panceta transparente y el foie integrado. En ese momento emplataremos haciendo un nido en el salteado caliente. En el cual depositaremos con mimo la yema cruda de huevo Euskolabel, que se escalfará con el calor de los champiñones. Añade unas escamas de sal de Añana en la yema y un golpecito de pimienta negra molida y a zampar. Vino tinta o cerveza tostada, a vuestra elección, y por supuesto un buen pan. Espero que os haya gustado esta receta de champiñones a la yema con foie, si probáis…. repetiréis. Gracias por leerme.

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Esta es una receta exenta de complejidad.
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Ten cuidado de no romper la yema al separar de la clara y sobre todo al emplatar.
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La panceta debe tener unas buenas vetas de grasa.
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Espera a que los champis estén dorados como la foto del emplatado.

H.I.M. – Wicked game
Os dejo con H.I.M., unos chicos finlandeses que desde 1991 hacen una música muy interesante. Ville Valo y sus chicos, se hicieron famosos a raíz de versionar una conocida canción de Chris Isaak, titulada Wicked game. La canción original a su vez formó parte de la banda sonora de la película Corazón salvaje de David Lynch, protagonizada por Laura Dern y Nicolas Cage (pelomuerto)
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Oliver
Te felicito por tu blog, esta receta se ve genial y muy fácil de preparar.
Un saludo y que tengas mucho éxito en todo.
Oliver
Eneko Sukaldari
Muchas gracias Oliver. Me alegro de que te guste. Y te deseo lo mejor para el año nuevo.