Cuando vi al gran cocinero gallego Pepe Solla asando pescado con un soplete, no me pude resistir a probar. Es una sencilla técnica de cocina que te permite asar en casa en unos pocos minutos un pescado en este caso un chicharro, dándole un punto de sabor que se asemeja bastante al de la brasa, pero obviamente sin el gustillo tan delicioso y característico que le aporta la madera, pero como pocas personas tienen un horno de leña o una barbacoa en en casa, esta opción es muy interesante. Por otro lado unos espaguetis de calabacín blanqueados y aliñados con shichimi togarashi y aceite de oliva con aroma a trufa blanca y el napado de reducción de salsa teriyaki hacen el resto en esta preparación repleta de sabor umami. Es una receta para triunfar, sana, bastante sencilla y rápida. Lo podéis preparar también con verdel u otros pescados azules. Os animo a que probéis en casa este chicharro asado al soplete con tallarines de calabacín, espero fotos y comentarios.
Chicharro asado al soplete con tallarines de calabacín
Fácil 30 minutos 2
- 1 chicharro de buen tamaño
- 1 calabacín
- salsa teriyaki
- aceite de trufa blanca
- sal de Añana
- shichimi togarashi
Comenzamos a elaborar este chicharro asado al soplete con tallarines de calabacín preparando la guarnición del plato. Es decir los tallarines de calabacín. Lavamos y secamos el calabacín y le cortamos el rabo. Graduamos las cuchillas de la mandolina para realizar un corte que nos permita obtener tiras del calibre de un espagueti más o menos y cortamos el calabacín sin quitar la piel.
Ponemos agua al fuego en una cazuela con un pellizco de sal de Añana, cuando rompa a hervir añadimos los espaguetis de calabacín que hemos cortado previamente con la mandolina y los blanqueamos. Blanquear consiste en hervir en agua apenas unos segundos, no queremos cocinar del todo el calabacín.
Para frenar la cocción de los espaguetis de calabacín los sacaremos del agua hirviendo con ayuda de una espumadera y los depositaremos en un bol con agua muy fría y hielo. Estarán en el bol hasta el momento de emplatar.
En una cazuela reduciremos la salsa teriyaki con mucho cuidado, ya que si nos pasamos se caramelizará por su contenido en azúcar. Se trata de concentrar el sabor, pero manteniendo su estado líquido. Si nos pasamos de reducción al enfriar se quedará duro, si esto sucede calentar un poco y añadir un chorrito de sake y mezclar bien para solucionarlo.
Vamos con el protagonista de la receta: el chicharro, al que sacaremos los dos lomos con mucho cuidado para que mantenga su integridad. Le quitamos la piel con ayuda de un cuchillo muy afilado y sacamos las espinas con ayuda de unas pinzas. Cuadramos los lomos y hacemos varios cortes longitudinales antes de cocinarlos porque luego no se podrían hacer una vez asados, además este corte nos va a permitir comprobar el punto del pescado. Colocamos los lomos de chicharro en una bandeja metálica y con ayuda de un soplete lo asamos. Con esta técnica vamos a conseguir un sabor y aroma similar a la brasa, pero sin el gusto característico que aporta la madera al pescado. Empezamos por el lado que no tenía piel y vamos pasando la llama sin que tenga contacto con el chicharro hasta que vaya tomando un tono blanco y en superficie ligeramente tostado, pero con cuidado de no pasarnos. Luego le damos la vuelta y asamos el lado de la piel que es el que usaremos para presentar. En el lado de la piel del lomo del chicharro insistiremos más con el soplete porque es más graso que el lado interior del lomo.
Colamos los tallarines de calabacín y los condimentamos con un pellizco de sal de Añana al vino y otro de shichimi togarashi, una deliciosa mezcla japonesa de especias ligeramente picante que le da otra vida a cualquier producto. Por último aliñamos con aceite de trufa blanca y disponemos los espaguetis de calabacín a modo de cama en el plato donde vayamos a emplatar.
Sobre el colchón verde de nuestros espaguetis de calabacín aliñados colocamos los trozos de lomo de chicharro asados al soplete y napamos con la reducción de salsa teriyaki. Abrimos una botella de txakoli, sake o albariño para acompañar este delicioso chicharro asado al soplete con tallarines de calabacín. #rikoriko
- No dejar que se cocine demasiado el calabacín.
- No tocar el pescado con la llama y asar.
- Incidir más con la llama en el lado de la piel.
- No reducir demasiado la salsa teriyaki.
Disturbed – Striken
Disturbed es una banda metalera de Chicago con un sonido muy característico gracias a la inconfundible y personal voz de David Draiman arropada por la contundente guitarra de Dan Donegan. David está considerado uno de los 100 mejores vocalistas de la historia del heavy metal según la publicación especializada Hit parader.