Fizpílar. Una forma natural de conservación

Hace unos meses, una buena amiga me regaló por mi boda, un invento del que nunca había oído hablar. Tras informarme y leer la opinión muy positiva de todo un experto en verduras, como el conocido chef Rodrigo de la Calle, que recomienda su uso, me animé a ponerlo a prueba y comprobar sus virtudes.
El Fizpilar, llega a casa, adecuadamente empaquetado por agencia, con un embalaje funcional, que protege perfectamente su interior.
El invento en cuestión, consiste en un recipiente cerámico poroso, sin esmaltar, que utiliza principios de conservación que ya se usaban hace siglos, si nos remontamos algo más cerca en el tiempo, puede recordar a las fresqueras que utilizaron nuestros abuelos y bisabuelos. Esos principios combinados con la tecnología a la que tenemos alcance en el siglo XXI, dan como resultado este producto made in Spain, ideado por Miguel Sánchez Cabezudo.
El recipiente cerámico, tiene una tapa de madera que protege su contenido de insectos. Fizpílar, madura y conserva los productos frescos, con una importante ventaja respecto al frigorífico, los alimentos siempre están en una temperatura óptima de consumo. Mantiene una temperatura y humedad constantes en su interior
Además liberas espacio en el frigo, necesaria para otros productos que sí deben consumirse fríos o deben conservarse a baja temperatura necesariamente. Básicamente prolonga la conservación de alimentos frescos sin refrigeración, y obviamente, no consume energía. Una de las principales ventajas que he observado, es que los alimentos maduran de un modo natural, obteniendo un mejor sabor, frente a otros  que he comprado a la vez y he conservado en el frigo.
Para poner a prueba Fizpílar, he comprado 3 unidades de varias frutas y verduras y he dejado una fuera en el frutero que uso habitualmente, otra en la nevera en el compartimento de las verduras y otra en el Fizpílar
De este modo, he podido comprobar que responde mejor con algunas frutas y verduras que con otras. Puede utilizarse con vegetales, legumbres, frutas, pan, cereales, pasta, infusiones, queso y hasta tabaco.
Yo me he limitado a probarlo con algunas frutas y verduras y aquí van las conclusiones basadas en mis experimentos:
Uno de los aspectos más interesantes que he observado, es que los alimentos que he conservado en Fizpílar, han madurado más lento, por lo tanto he podido disfrutar de ellos en su punto óptimo más días que en el frigorífico, y lo que más me ha convencido, los he podido consumir directamente, sin tener que dejar que están a temperatura ambiente (como en el caso del frigo), porque ya estaban a la temperatura óptima.

Fizpílar está especialmente recomendado para conservar:

Espárragos, puerro, alcachofa, tomate, berenjena, pepino, pimiento, manzana, membrillo, pera, melocotón, ciruelas, albaricoque, melocotón, uva, higo, arándano, endrinas, naranja, limón, mango, plátano, cacahuete, nuez, avellana, todo tipo de pan, queso (a excepción del fresco). 
A mí, desde luego que me ha convencido, y lo utilizo sobre todo para conservar mis cebollas moradas de Zalla, que compro en cantidad y el Fizpílar, me permite conservarlas perfectamente durante un mes, también lo uso con pimientos y alguna que otra fruta.
Se comercializa en diferentes formatos, diseños y tamaños.
    Siguiendo Eneko Martinez:
    Últimas publicaciones de

    6 Comentarios

    1. Adi
      |

      Muy interesante. No habia visto no oido hablar de esto nunca! Gracias x la entrada 🙂

    2. Eneko sukaldari
      |

      De nada, Adi.
      A mi también me ha sorprendido, que algo tan sencillo sea tan efectivo..

    3. Bárbara - Comer De Todo
      |

      Es la primera vez que lo veo, pero me ha parecido interesante! voy a investigar un poco.
      Un saludo.

    4. Silvia T. Clarasó
      |

      que interesante, nunca habia visto este sistema, que bien saberlo yo tb voy aver mas cosillas del tema
      besos
      Silvia

    5. Eneko sukaldari
      |

      Hola Bárbara
      Es un principio muy básico, pero funciona.

    6. Eneko sukaldari
      |

      A mi me ha sorprendido, Silvia.
      Muxus