Galletas de mantequilla caseras
Fácil 20 minutos 8
- 250 gramos de harina de repostería
- 50 gramos de almendra molida
- 110 gramos de azúcar
- 160 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 huevo
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- Un par de pellizcos de sal de Añana
Cómo preparar unas ricas galletas de mantequilla caseras
Empezamos cortando los 160 gramos de mantequilla en dados pequeños y dejando que se ponga en punto de pomada a temperatura ambiente. A continuación precalienta el horno a 200 grados centígrados con calor arriba y abajo. Coge un bol grande y empieza a incorporar todos los ingredientes de la receta. En primer lugar pon 250 gramos de harina de repostería tamizada. Para evitar grumos. Después añade 50 gramos de almendra molida. Este ingrediente le aportará sabor y una buena mordida a las galletas una vez horneadas.
Ahora va la parte más dulce. Incorpora al bol los 110 gramos de azúcar. También vamos a utilizar un par de pellizcos de sal de Añana para potenciar el sabor de las galletas. A continuación mezcla todos los ingredientes secos de la receta con la ayuda de una lengua de gato, para que queden repartidos de forma homogénea antes de añadir el resto de ingredientes de la masa para galletas.
Toca el turno de añadir la mantequilla, el ingrediente que da nombre a las galletas. Añade los dados pequeños de mantequilla a punto de pomada. Casca un huevo y para a dentro del bol. Vamos a darle un toque muy especial añadiendo una cucharada de esencia de vainilla. Llegados a este punto toca remangarse bien y empezar a amasar todos los ingredientes. Sin utilizar amasadoras o varillas eléctricas para que no se caliente demasiado la mantequilla.
Necesitamos una mantequilla manejable pero solida y consistente, para poder trabajar bien la masa de las galletas. Trabajando con un poco de mimo y una dosis de paciencia lograremos que la masa tenga la textura adecuada para poder empezar a dar forma a las galletas. Esta textura tiene que ser muy similar a la de la plastilina, maleable pero manteniendo la solidez. Si la masa está demasiado pegajosa puedes meterla a la nevera unos minutos para que coja consistencia.
Humedece ligeramente tus manos y con ayuda de una cuchara vete sacando porciones de masa para galletas de mantequilla del tamaño de una nuez. Coloca una hoja de papel para horno sobre una bandeja y procurando calentar lo menos posible la masa, con ayuda de tus manos vete dándoles forma de bolitas y colócalas sobre el papel sulfurizado dejando distancia entre ellas. Este tipo de elaboraciones les encantan a mis hijas, en cuanto hay una masa por medio son felices jugando con ella. Es una oportunidad perfecta para que disfrutes cocinando con las y los más pequeños de la casa.
Necesitas dar forma a 16 bolitas de masa para la primera tanda de galletas de mantequilla horneadas. Y no te preocupes porque la masa que sobra también se aprovecha. Esto no acaba aquí. Una vez tengas listas 16 bolitas de masa, toca darles forma aplastándolas con la mano, o con el culo de un vaso de cristal. Una a una y con mucha paciencia tienes que convertir todas las bolitas de masa en discos no demasiado finos. No es necesario que queden perfectas, se trata de galletas caseras. No buscamos la perfección, ni competimos con nadie, esto no es master choff.
Cuando tengas listas las galletas para hornear, abre la puerta del horno e introduce la bandeja. Vamos a hornearlas durante 15 minutos a 200 grados centígrados. Durante el horneado no abras la puerta para nada. Vigila las galletas mientras se hornean para que no se quemen. 15 minutos es una referencia. No te fíes de los tiempos porque cada horno es una historia. Como tenga el termostato chungo, lo llevas claro.
Retira las galletas de mantequilla recién horneadas sobre una rejilla para que se vayan enfriando. Mientrás se enfría la primera remesa de galletas, toca repetir de nuevo todo el proceso. Bolea porciones de masa para galletas del tamaño de una nuez, colócalas sobre papel de horno sulfurizado y aplástalas con el culo de un vaso para darles forma plana.
Cuando tengas lista la segunda remesa de galletas mete la bandeja en el horno, esta vez a 190 grados y empieza a a vigilar el color de las galletas a partir de los 10 minutos de horneado. Cuando veas que empiezan a coger tono dorado es el momento de sacarlas. Deja que la segunda remesa de galletas se enfríe sobre una rejilla. Una vez que se hayan enfriado te encontraras con unas deliciosas y crujientes galletas de mantequilla caseras, con un toque de almendra y vainilla que vas a repetir un montón de veces porque están tremendas. Para conservar las galletas puedes utilizar una bolsa con cierre o un bote de cristal hermético. Así que Ya sabes a partir de ahora hazte tus propias galletas y a disfrutar.
- No calentar mucho la masa para poder trabajarla bien sin que se nos pegue.
- Vigilar bien el horno, porque cada termostato es una historia y se te pueden quemar.
Whispering Sons – Alone
Whispering sons es una banda belga liderada por el frontman Fenne Kuppens que se caracteriza por recrear unas atmosferas oscuras muy melodicas. Me recuerdan al sonido gótico o post-punk de los 80 y 90. Te recomiendo que les escuches porque merecen la pena.
