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Gildas

La gilda es un pintxo típico en Euskadi, es algo muy sencillo, popular y con gran número de fans. En mi kuadrilla solíamos hacer competición de gildas cuando vamos de potes, y tras probar cientos de gildas en un montón de bares, tascas y tabernas… madre mía…..   Llegamos a la conclusión de que la mejor gilda de Bilbao está en un bar de la calle Somera, que se llama «Gure etxea», basicamente es una gilda campeona por utilizar ingredientes de gran calidad y porque tienen un aliño o vinagreta que potencia el sabor de los ingredientes. Gora Somera!!!

La gilda es un encurtido que combina el pepinillo, la aceituna y la guindilla, a veces también tiene una cebolleta, con una conserva de pescado, generalmente anchoa, unidas por un palillo, una cebolleta, un huevo de codorniz e incluso un pimiento picante.  El nombre de Gilda se le otorga en referencia al personaje principal de la película Gilda (película) que encarnó la actriz Rita Hayworth en 1946 ya que la banderilla es «salada, verde y un poco picante». El término de Gilda comenzó a utilizarse en el donostiarra Bar Casa Vallés, su creador. Al igual que todos los encurtidos, su sabor es fuerte, muy ácido, lo que lo hace ideal para su consumo como aperitivo acompañado de vino.


Antes de nada, un buen consejo, sólo debes útilizar ingredientes de calidad. Lo primero es elaborar la vinagreta que haremos con varias horas de antelación sobre la preparación de las gildas, de ese modo, tendra un sabor potente y los ingredientes habrán aportado lo que deben a la gilda.
Cortamos en trozos muy pequeños 1 cebolleta, 1 pimiento rojo, 5 dientes de ajos, colocamos todo en un recipiente y cubrimos con 2 partes de aceite y una de vinagre de manzana. Dejamos en la nevera al menos 4 horas.
Abrimos la lata de antxoas en aciete de oliva y dejamos 5 minutos en un vaso con agua para que pierda salazón, unas antxoas demasiado saladas, no lucen en una gilda.
Cocemos los huevos de codorniz, para cocerlos cortamos la huevera por la mitad y nos quedamos sólo con la base, que perforamos con un cuchillo para que no flote al cocer, colocamos los huevos dentro y mantenemos en agua hirviendo durante 3 minutos. Pelamos los huevos y los reservamos.
Cortamos los rabos de las piparras y troceamos la txaka, escurrimos las aceitunas, los pepinillos y los boquerones.
A partir de ahí imaginación y todas las combinaciones son posibles, aquí va una muestras fotográfica de algunas posibilidades.










Una vez terminada nuestra remesa de gildas, cubrimos con la vinagreta que teníamos macerando en la nevera, y a disfrutar de esta joya de la gastronomía con un buen vino tinto crianza.
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