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Masterchef, un reality tan fresco como unas sardinas de hace 2 años

El pasado miércoles, arrancó la versión española del programa Masterchef. Un estreno un tanto chirriante, con una floja audiencia y defraudando las numerosas expectativas creadas en su entorno. El programa copia todos los cliches habidos y por haber, de otros reality shows, sobradamente conocidos por todos. Jurado duro superduro en plan Chuck Norris te debo la vida, lágrimas de cocodrilo, nervios a raudales, los redactores malmetiendo a los concursantes, besos y abrazos por doquier, explosiones de emoción… etc.
No obstante en twitter, el programa dio muchísimo juego, el hagstag oficial #masterchef1 destilaba ironía y mala leche por doquier, por no hablar del hilarante hagstag alternativo #mastercheftrospido concebido por el gastroblogger más pecador de la galaxia… el irreverente y sarcástico David Monaguillo (@DavidMonaguillo) que consiguió arrancarme unas cuantas carcajadas.
El jurado estuvo más sobre actuado que Meryl Streep (con sus acentos imposibles y su jerulo de plástico), tiesos como postes de telégrafo, destilando crueldad y mala uva a partes iguales (una vulgar imitación de Risto Mejide en un mal día)
Samantha tiene de chef, lo que yo mismo tengo de cupletista, más respeto me merecen los otros dos miembros del jurado por su trayectoria profesional, no obstante, su rol guionizado les convierte en personajes poco creíbles e histriónicos.
En cuanto a los concursantes, pues el nivel me ha parecido flojo, en los castings pude ver gente con mucho más nivel, pero eso no es lo que buscaban los responsables del programa.
El publireportaje de las fuerzas armadas, estaba totalmente de más en el concurso, y ha sido blanco de numerosas críticas en las redes sociales. Hubiese dado mucho más juego, cocinar en un comedor social, por ejemplo.

El nivel de los concursantes es flojillo en general, salvo alguna excepción. Coincidí en el casting de Bilbao, únicamente con José Luis (el policía foral navarro), que presentó un guiso de Jabalí, que vertió directamente en el plato desde un termo (exquisito emplatado), si de las casi mil personas que nos presentamos en Bilbao, destacan ese plato…. es un poco mosqueante en cuanto a lo que buscaba la productora (supuestamente buenos cocineros amateur).

En cuanto al desarrollo del concurso, me parece aburrido, cutre y plastificado.
Todo esta tan guionizado y cuadriculado, que no deja un sólo resquicio para la frescura. Entre los concursantes hay de todo: la viejuna contestataria, que esta como la chota del marqués y es más teatrera que Concha Velasco, el niño cocinero repeinado a lo Rick Astley, la chica que siempre destroza la receta, convirtiendo el plato en algo incomestible, o el señor master-puré. Unos auténticos cracks.
En cuanto al jurado, me quedo con el papelón del Pepe Rodriguez (físicamente me recuerda una mezcla de John Belushi y Alvaro Vitali) que acojona un poco con esa mirada tan fija y esas explosiones intimidantes. 
Samantha de España, me recuerda físicamente a otro personaje del faranduleo, que opináis?
Aupa el rodaballo salvaje !!! Como no cambien la dinámica, le auguro mal porvenir al Masterchef español. Más cocina y menos payasadas. Nos han vendido la moto.
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