Una versión de todo un clásico, las patatas bravas, que se puede degustar con mayor o menor fortuna (hay sitios que las hacen de pena) en cualquier bar, tasca o taberna. Me trae unos inolvidables recuerdos de la universidad, aquellas jarras de cerveza acompañadas de papas bravas que nunca picaban lo suficiente.
En algunos sitios las preparan con patata cocida, a mi no me gustan nada, las prefiero fritas. En este caso las vamos a hacer con patatas vikingas súper crujientes por fuera y cremosas por dentro y además con una salsa tan potente que levantaría a un muerto.
– para 2 personas –
- 4 patatas grandes eusko label
- 8 tomates maduros tipo pera
- 1 cebolla morada de Zalla
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón de la vera picante
- 1 cucharada de vinagre de sidra
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva virgen
- 1 copa de vino manzanilla
- Sal de Añana
- 1 cucharadas de tabasco (graduar según paladar)
En primer lugar, cortamos las patatas en dados grandes, y las pasamos por agua varias veces para quitarles el almidón. Las dejamos durante unos 10 minutos a remojo en un bol con agua.
Secamos bien las patatas y las ponemos en una cazuela que cubrimos con aceite de oliva virgen y ponemos a confitar a fuego bajo (2/6) durante 20 minutos.
Empezamos con la salsa picante, vamos a realizar una papilla como base a nuestra salsa infernal. Mezclamos la cebolla roja troceada, con la cucharada de pimentón de la vera picante, los dientes de ajo y un chorrito de aceite de oliva virgen, hacemos una especie de papilla con ayuda de la batidora y la rehogamos en una cazuela a fuego medio (4/6)
Apartamos del fuego la cazuela y dejamos que el aceite se enfríe (mínimo 20 minutos), sin sacar las patatas.
Rallamos los tomates con una mandolina, hasta obtener un puré de tomate al que añadiremos un puñado de sal y un buen golpe de pimienta negra molida.
A la pasta que tenemos rehogándose en la cazuela, le incorporamos el resto de ingredientes, el puré de tomate, el vinagre y el vino manzanilla.
Seguimos cocinando la salsa a fuego medio (4/6) y añadimos el tabasco al gusto si os gusta picante 1 cucharada sopera, muy picante 2 cucharadas y si queréis que pique lo justo con media cucharada es suficiente.
Sofreímos toda la salsa durante 15 minutos y reservamos.
Volvemos a poner a fuego alto (5/6) las patatas previamente confitadas y las freímos hasta obtener un todo tostadito.
Servimos las patatas con una pizca de sal, en una fuente con la salsa a un lado y unas cucharadas de salsa mayonesa.
Se recomienda acompañar de unas buenas cervezas fresquitas.
SOPA BOBA
Que maravilla de receta, casera deliciosa, y nutritiva, me encanta, las fotos muy buenas.Un bico
Laly
Con lo que le gustan a mi marido las patatas bravas y nunca las he preparado.
Te copio la receta y este finde las pongo de aperitivo. Se escapará más de una lagrimita de emoción y por el pique…