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Superbocata de pollo marinado al horno con queso feta

Cuantas tardes de nuestra infancia, al salir del cole, hemos disfrutado y a la vez nos hemos alimentado con un rico bocata, y no sólo durante la infancia, el bocata es algo habitual en la cena de muchos días del año, por no hablar de lo ricos que saben en la playa, el monte o en los descansos de los partidos de San Mamés.
De chorizo, de mortadela, de foie gras, de atún con pimientos, de calamares, de pechuga de pollo, de jamón, vegetal, de salchichón, de salami, de queso con leche, de vino con azúcar, de nocilla, de salchichas, de chocolate…. uff, las variantes son casi infinitas, el límite está en vuestra imaginación. 
Por todo ello me he animado a participar en el homenaje que  vari@s tuitteros han puesto en marcha bajo el hastag #diadelsuperbocata de Twitter. La fecha para el evento es hoy, 15 de marzo, aquí va mi particular homenaje a esos ricos bocatas de toda la vida.


– para 2 personas –

En primer lugar ponemos en una bolsa de congelar, los ingredientes que vamos a emplear para marinar las pechugas de pollo, el vaso de vinagre, el vaso de aceite de oliva virgen, el romero, la pimienta negra y la mostaza. Mezclamos bien los ingredientes dentro de la bolsa.
Troceamos las pechugas de pollo en partes no demasiado pequeñas, y las salpimentamos. Las metemos dentro de la bolsa para marinar y las dejamos en la nevera 24 horas.
Transcurridas las 24 horas del marinado de las pechugas, continuamos con la elaboración.
Cortamos en aros finos las cebollas y las ponemos a pochar con una cucharada de aceite de oliva virgen y una pizca de sal, las cocinamos a fuego medio (3/6) hasta que cojan un colorcito caramelo, y añadimos un buen chorrito de crema de balsámico de modena, y dos cucharadas de azúcar, mezclamos bien todo para que caramelice la cebolla y reduzca la crema de balsámico.
Precalentamos el horno a 180º y aprovechamos para tostar el pan abierto por la mitad, cuando este tostadito, lo sacamos y untamos el tomate para que se impregne bien.
Para que esté aún más jugoso el pan, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen por encima y repartimos la cebolla caramelizada con balsámico por la superficie del pan.
Cortamos el queso feta de dados y lo aliñamos con aceite de oliva virgen y un puñado de romero.
Metemos al horno en una paellera o similar, todo el contenido de la bolsa que teníamos marinando, horneamos durante 30 minutos a 180º.
Repartimos el pollo marinado y su salsita por encima de la cebolla caramelizada, pero con fundamento, que haya chicha para hincar el diente, no escatiméis, recordar que se trata de un superbocata.
Por último, pero no menos importante, rematamos la faena con el queso feta aliñado.
Espero que os guste, a mi me ha encantado, para chuparse los dedos. Esto con una pinta de guiness…. se sale. On egin, ta aupa ATHLETIC !!!, hoy tenemos una cita con la historia.
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