¿Te apetece una remesa de sandwich del ENEK caseros? Son perfectos para compartir viendo tus series favoritas.
La formula secreta de un conocido sándwich bilbaíno, es supuestamente un misterio que sólo sus creadores y sus descendientes conocen. Aunque en la red circulan numerosas recetas que afirman ser la original. No es mi caso, yo siempre he afirmado que esta receta es mi versión del mencionado sandwich, cuyo nombre he tenido que retirar de este post tras recibir un requerimiento por una supuesta infracción de derechos de propiedad industrial, remitido por los abogados del bar de Bilbao que elabora y comercializa el sandwich de marras. Una liada de la que se han hecho eco numerosos medidos de comunicación como la SER, EITB o el diario el País, por cuenta del gran Mikel Iturriaga, mundialmente conocido por su blog «el comidista«.
Volviendo al tema gastronómico, mi versión de este sandwich se asemeja bastante al sabor del original. La mayor pega está en el pan, no he sido capaz de hacer un pan de similares características, con esa textura en la miga y con la corteza tan crujiente, por eso os recomiendo utilizar pan de molde rústico de alguna de las panaderías artesanas que hay en Bizkaia.
No uses pan de molde tipo comercial porque no tiene nada que ver. En cuanto a la salsa roja estoy muy contento con el resultado. Tras numerosas pruebas y experimentos he dado con una combinación de ingredientes que me encanta. Sólo utilizo dos alegrías riojanas (sin semillas) para darle un toque picante con sutileza, tal y como tiene el sándwich original, pero si te gusta el picante puedes añadir tres o más alegrías en lugar de dos. La salsa blanca tiene un toque muy sutil a ajo, posiblemente sea mayonesa industrial sin huevo, el sabor es como un ali-oli muy rebajado, de ahí esa textura lechosa del sándwich. Yo he utilizado mayonesa casera porque me gusta más el sabor.
Aquí os dejo mi receta que llamaré de aquí en adelante «Sándwich del ENEK» para evitar problemas. Todavía sigo perplejo con el asunto de los abogados, sin comprender absolutamente nada. Lo que sí os puedo garantizar, es que después de este desagradable incidente que se podría haber gestionado de una forma más amistosa y sutil, conmigo han perdido un cliente habitual que lo ha sido durante muchos años.