Esta es la receta de nuggets de pollo caseros que estabas buscando. Nada que ver con los ultra procesados nada saludables que puedes encontrar habitualmente en las cadenas de fast food o en supermercados. En esta ocasión te voy a explicar cómo hacer en casa unos ricos y saludables nuggets de pollo caseros que van a encantar por igual a grandes y pequeños. Esta receta es todo un clásico del fast food pero en una versión más saludable y mucho más rica.

Pero….¿Quién dijo que los nuggets deben ser grasientos y poco saludables? Con esta receta vas a poder preparar unos nuggets de pollo súper ricos y crujiente, igual de adictivos que los que todos conocemos, pero mucho más saludables. Además, son muy fáciles de hacer, se preparan en pocos minutos y solo necesitáis unos pocos ingredientes muy corrientes que seguro que tienes en casa. ¿Te animas a prepararlos? Abajo te dejo el vídeo donde tienes la receta explicada con todo detalle y su paso a paso para que no te pierdas nada.

Nuggets de pollo caseros

Muy fácil 20 minutos 10 minutos 4

350 gramos de pechuga pollo campero
2 cucharadas rebosantes de queso crema
100 ml. de leche
40 gramos de queso rallado para pasta
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de sal de Añana
2 rebanadas de pan de molde sin corteza
Pan rallado
1 huevo
Aceite de girasol
Salsa de queso Cheddar o la que más te guste

El primer paso para preparar estos ricos y crujientes nuggets de pollo caseros es limpiar la pechuga de pollo. Te recomiendo una pechuga de pollo campero, de las amarillas y mejor todavía si es de pollo Lumagorri. (Es una variedad de pollo autóctona que tenemos en Euskadi que es un todo un espectáculo). La pechuga no necesita ninguna preparación especial, basta con quitarle la fúrcula (ese hueso en forma de horquilla que poseen las aves para unir las dos clavículas) y alguna posible telilla que pueda tener. Una vez limpia y deshuesada la cortas a cuchillo en tiras y posteriormente en dados de unos 3 centímetros.

Cuando hayas completado totalmente la misión de trocear la pechuga en dados de 3 centímetros, colócalos en un baso para batidora o un tupper alto que te permita triturar todos los ingredientes de los nuggets. A continuación sazona el pollo con una cucharadita de sal de Añana y otra de ajo en polvo, o en su defecto utiliza ajo fresco picado (sin el germen para que no repita) y tritura los dados de pechuga condimentados hasta obtener una pasta de pollo homogénea y cremosa.

Coge las rebanadas de pan de molde sin corteza y córtalas primero en tiras y posteriormente en dados. Una vez troceado el pan de molde, añádelo al pollo triturado. Incorpora al vaso de batidora las dos cucharadas bien colmadas de queso crema, que aportará untuosidad a la mezcla y ayudarán a compactar la masa junto con el pan de molde. Después echa el queso rallado (de el de los macarrones de toda la vida), para mi una de las claves de la receta porque le da un gusto súper rico a los nuggets de pollo.

Mezcla todos los ingredientes en el vaso de batidora para que se repartan bien con ayuda de una espátula o lengua de gato y añade por último los 100 ml. de leche que facilitarán el triturado y la mezcla homogénea de todos los ingredientes de la masa para nuggets.

Tritura a fondo todos los ingredientes del vaso con ayuda de una batidora y no pares hasta que todo esté bien picado e integrado. Tiene que quedar una masa para nuggets de pollo muy homogénea. Pasa la masa para nuggets de pollo a un bol y métela en la nevera durante unos 15 minutos para que repose y sea más fácil de manejar. Una vez que la masa haya reposado, toca dar forma a los nuggets.

En un recipiente adecuado para rebozar la masa para nuggets añade un huevo con un chorrito de leche. Bate bien la mezcla y en otro bol pon una buena cantidad de pan rallado. Saca el bol con la masa de nuggetes de la nevera y humedece ligeramente con agua las palmas de las manos y los dedos. Coge una cantidad de masa de huggets del tamaño de una nuez y con las manos convenientemente mojadas para que no se pegue la masa, dale forma redondeada. Aplasta las bolas con la palma de la mano e introdúcelas en el recipiente con huevo batido. Cubre de huevo cada nugget y posteriormente pásalo por pan rallado. Cuando este totalmente empanado déjalo en un plato hasta el momento de empezar la fritura.

Repite la operación con cada nugget, pasa por huevo y luego pan rallado, una y otra vez hasta tener todos los nuggets de pollo rebozados y listos para freír. En una cazo no muy grande pon a calentar abundante aceite de girasol a fuego alto. Te voy a contar un sencillo truco muy práctico para saber cuando está a punto para una fritura la temperatura del aceite. Simplemente introduce en el aceite una cuchara o cualquier utensilio de cocina de madera. Cuando la madera empieza a burbujear alrededor de la cuchara es la señal inequívoca de que el aceite está bien caliente y listo para freír.

Cuando el aceite esté a punto, introduce los nuggets de pollo y fríelos por tandas, unos 2 o 3 minutos por cada lado. Sabrás que están a punto porque subirán a la superficie del aceite y se quedarán arriba flotando. Comprueba que estén dorados y crujientes, entonces sácalos a un plato con papel secante de cocina para eliminar el exceso de aceite.

Una vez que tengamos fritos todos nuestros nuggets de pollo caseros y hayamos escurrido el aceite, llega el momento de preparar nuestra salsa favorita para poder untar y disfrutar aun más de cada bocado. Yo me he decantado esta vez por una salsa de queso Cheddar elaborada con nata líquida y queso Cheedar rallado, bien salpimentada y con una nuez de mantequilla fundida.

Pero tú, utiliza la salsa que más te guste. También los puedes acompañar con unas patatas fritas, una sencilla ensalada a base de hojas de lechuga aliñadas con cebolleta o lo que más te apetezca. Lo importante es disfrutar con este sencillo y delicioso snack que hará las delicias de grandes y pequeños. Espero que te haya gustado esta receta de nuggets de pollo caseros y que la pongas en práctica en casa. Los nuggets se pueden congelar y también se pueden cocina en una air fryer para evitar el exceso de aceite.

Una buena pechuga de pollo amarilla.
Quedan crujientes por fuera y muy jugosos por dentro.
El toque que les da el queso rallado. Usa queso tipo Parmesano.

Skin – How lucky you are

Skin fue una banda inglesa de hard rock activa durante los años 90, formada por Mike Gray a la guitarra, Neville MacDonal (Voz y guitarra), Dicky Fliszar a la batería y Andy Robins al bajo. How lucky you are forma parte de su album Lucky publicado en 1996 es mi favorita dentro de su repetorio.